En los últimos 5 años he venido reflexionando, haciendo investigación documental y de campo en el tema del bienestar emocional que sucede al asociar nuestra reflexión-corporalidad con los deseos y con las necesidades. Algunas de mis conclusiones son que la cultura en lo general, los hábitos particulares de cada persona y también la cultura de una organización, emergen como la relación dinámica entre los deseos que guían su hacer cotidiano de la persona-organización y las necesidades que considera legitimas para alcanzar dichos deseos. Esta forma de operacionalizar la cultura es novedosa, y poderosa, porque los deseos operan de manera sistémica para configurar los mundos que habitamos, en el entendido que las necesidades también son deseos de bienestar en el auto-cuidado, y el cuidado de los sistemas que deseamos conservar y también los sistemas que deseamos transformar.
Otra conclusion poderosa, es que la fragmentación que surge al separar las necesidades de los deseos, propicia una ceguera operacional que se puede asociar con la irresponsabilidad, la exigencia, el sometimiento y la victimatización, lo que propicia dolor y sufrimiento, particularmente manifestado en emociones como preocupación, temor, miedo, ansiedad y en muchos casos angustia.
En este sentido he venido desarrollando un pre-experimento, recientemente transformado en experimento, que promete ser un tratamiento para el entendimiento y la transformación cultural de las personas en las organizaciones y ámbitos productivos. El tratamiento o intervención social, consiste en un programa de 8 módulos desde donde se recuperan los vínculos emocionales entre los colaboradores, se cohesionan los equipos de trabajo, y se van alineando de forma espontánea en la coordinación de sus propios deseos y el metadeseo o la visión de la organización. Durante este tratamiento se supera la fragmentación, y el miedo estructural que hemos configurado en nuestra cultura postmoderna (podemos platicar mucho más de esto, pero aquí lo dejo).
En este sentido, buscamos generar evidencias de que el tratamiento funciona, comparando grupos de personas dentro de la misma empresa, para que unos equipos sean el grupo de control, y los otros el grupo que recibe el tratamiento, a esta metodología se le llama diseño de experimentos.
O1 X O2
R
O3 O4
Lo que indica la R, es que se configuran dos grupos aleatoriamente representados por cada renglón, para hacer observaciones antes y despues del tratamiento, representado por la X. El primer grupo es el grupo experimental y el segundo grupo es el de control.
El diseño del programa de intervención esta a un 90% en su primera fase, donde el tratamiento termina con el juego de la reflexividad.
Hasta aquí, tendremos evidencias para determinar la efectividad del tratamiento, la posibilidad de hacer estudios comparados entre tipos de empresas, estilos de liderazgos, industrias, y también elementos de culturas comparadas porque una vez teniendo el apoyo contigo en Chile, quiero hacer lo mismo en Mexico y Colombia.
Las observaciones que pueden levantarse son muy aceptadas y validadas en la literatura, por lo que serán clave para que las empresas lo acepten. Al momento tengo considerado como posibilidades:
Burnout - Work Engagement (UWES, 2004)
Bienestar Subjetivo y Felicidad - Bienestar Sistemico (Sánchez King 2017)
En una segunda fase, y con miras a conservar el bienestar en el cuidado de todas las personas de la organización, queremos incluir elementos de gamificación mediante un app, y una plataforma (web based) de coordinación de deseos, estos elementos digitales creemos que son clave para conservar el bienestar en el largo plazo y determinantes para generar evidencias de forma longitudinal. También que nos permitirán obtener datos en tiempo real, lo que puede significar grandes oportunidades para la toma de decisiones sobre aspectos de clima, estrategia y organización cultural. Esta fase estaría lista al terminar de implementar la primera en el año 2020.
En el fondo, el marco teoríco que utilizo es la Biología-Cultural (Maturana y Davila 1996), particularmente la Biología del Amar (Maturana y Dávila 2008), la Biología del Conocimiento (Maturana y Varela, 1971), la Biología de los Deseos (Sánchez King 2015) y la Biología del Juego (Maturana y Verden-Zöller, 1993) sin embargo están embebidos en los tratamientos.
Por falta de estudios cuantitativos, es difícil considerar el Amar como concepto o variable a medir directamente, ya que no hay muchos artículos o estudios para hacer comparaciones (Importante validar este aspecto allá en Chile) sin embargo por mi experiencia me queda claro que esta emoción fundamental es la que nos permite reconstituirnos en el bienestar y sanar cualquier dolor y sufrimiento de origen cultural (Davila 2008).
Nota: Tanto en Mexico (NOM 35) como en Chile hay legislación para la prevención de enfermendades psico-sociales, podemos utilizar estas legislaciones para justificar también el proyecto, desde la perspectiva de salud organizacional, importante revisar este aspecto, y ver que fondos públicos se pueden acceder tanto en Corfo como en ministerios de salud.
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